miércoles, 7 de septiembre de 2011

La Leyenda del Tiempo: ISAKI LACUESTA para todos



Comunicar una película al público es tan importante como revelar el negativo en el laboratorio. No hay cine sin fotogramas. No hay cine sin público.


De modo que iremos al grano. Porque no hay cosa más triste que una gran película sin recursos para ser vendida. 



Intuimos que el porcentaje del presupuesto que recibió el capítulo 12 del celebérrimo -desfasado, pero no por ello corregido- presupuesto ICAA: Gastos de Explotación, Comercio Y Financiación fue en el caso de La Leyenda del Tiempo (2006, Isaki Lacuesta) ciertamente escaso.


Es una pena que amplias capas del gremio español del cine, considere que financiar una película equivale a rodarla, postproducirla y... Sacar un par de copias para tramitar el estreno. Mas, si una película es un producto enormemente costoso, es menester invertir una cantidad notable en su comunicación; porque un consumidor no consume si no sabe que hay producto.


Lo diré para no herir: un artista no visita una exposición si ignora su existencia.


Esta es una de las múltiples vías de infrafinanciamiento cinematográfico español. Y claro, como la cifra mínima antes de abordar un proyecto, se reduce para poder llevarlo a cabo, el proyecto se atrofia. Si no se puede, pues no se hace. No es que no quede pasta para la publicidad (erróneo enfoque) es que no se ha financiado en su verdadera proporción, no se ha terminado una fase cuando iniciamos la siguiente (enfoque correcto). Y abro la veda para el debate.


Estamos confundiendo la necesidad. Estamos rebajando nuestros objetivos mínimos. Y esto es inaceptable. Una película vale lo que vale(contando la publicidad) . Ni más ni menos (y lo bien o mal que uno negocie, por descontado).


La Leyenda del Tiempo es en consecuencia una película atrofiada.Por ende ni se comunica ni se pone a disposición del consumidor... No digo que saques 500 copias, pero c*ño, acompáñenla, que se lo merece.


Tengo pruebas de que esta película podría funcionar con el mismito público objetivo de Física y Química. Dirán unos que me paso, pero no. Lo que sucede es que hay que echarle un par de agallas para promocionarla como se merece... y para programarla en prime time. Porque es evidente que con un protagonista como Israel, tan bien retratado, con el que es imposible no empatizar, una historia conmovedora, Camarón de la Isla... nos encontramos ante una cinta para todos los públicos con elementos comerciales de primera. Sí, es cierto que tiene un rollo documental, un trabajo con los actores diferente... y qué diablos, subtítulos... Exactamente igual que Apocalypto (2006, Mel Gibson) o La Pasión de Cristo (2004, Mel Gibson).


Claro que quién puede pensar que los perezosos espectadores de Física y Química pueden sentarse a ver también La Leyenda del Tiempo... Yo lo pienso, porque son perezosos pero no estúpidos. Isaki Lacuesta no sé si lo piensa, pero debería.  Paco Poch, Antonio Lobo, Pepón Siglér o Sergio Castellote a buen seguro ni se les pasa por la cabeza. 

No vale todo en esto. No. Me niego. Fisica y Química, sí... y también La Leyenda del TiempoCal y Arena. Herzog y Sálvame. Me estoy pasando.

Y no sigo, porque el sueño va sobre el tiempo... Flotando como un velero...

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