Esta nueva sección, CUADERNOS DE CINE, es como su propio nombre indica un reflejo de la revista Cahiers du Cinéma. Es reflejo crítico, siempre constructivo, siempre positivo, y si es destructivo es solo en vistas a construir de nuevo.Es necesario para mí abrir una ventana filosófica que desde otra perspectiva aborde los mismos temas que dicha revista, la cual es para mí y para todo cinéfilo una guía indispensable del séptimo arte. Quede claro, Cahiers es una referencia básica indispensable.
Pero empecemos asentando los cimientos de esta sección: desde una postura liberal, considero que la revista afrancesada padece del mal del cíclope. Ese mal, puramente republicano, hace de la comunidad el fin y en esa postura se enroca. Creo que se plantean cambiar, pero es difícil que la tradición varíe de un día para otro.
¿Por qué la comunidad? El lenguaje es uno de los rasgos de la comunidad, pues solo tiene sentido si existen al menos dos individuos. Para el Cahiers, como para el cine moderno, y acorde con la sociología francesa, el lenguaje se encuentra en el primer nivel de análisis y en el de mayor importancia. Es por eso que la comunidad está por encima del individuo.
Esto se combina con los autores, auténticos protagonistas de la modernidad, en lo que parece una contradicción. No si el lenguaje está en el primer nivel de su discurso.
El lenguaje es, en lo que a mí respecta, un medio y no un fin. Cimentado está nuestro edificio.
Ahora toca construirlo a base de lenguaje. Pero qué morro tiene este tío...
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